La piel es un órgano que desempeña una gran variedad
de funciones: protección frente agresiones externas,
impermeabilización, termorregulación, producción
de vitamina D, absorción de radiación ultravioleta
y la detección de estímulos sensoriales.
Desde el punto de vista embriológico la piel se compone de la epidermis y anejos cutáneos, que son derivados del ectodermo; y de la dermis con la grasa subcutánea, que son derivados del mesodermo. Las terminaciones nerviosas de la piel y los melanocitos de la epidermis son derivados del neuroectodermo.
La epidermis es un epitelio poliestratificado queratinizado del que surgen los folículos pilosebáceos, las glándulas sudoríparas y las uñas. La epidermis consta de cuatro tipos celulares: queratinocitos, melanocitos, células de Merkel de las terminaciones nerviosas y células fagocíticas de Langerhans.
Los queratinocitos son las células mayoritarias, germinan en estrato basal de la epidermis y van ascendiendo formando los estratos espinoso, granuloso, lúcido (solamente en palmas y plantas) y córneo, a medida que se produce este ascenso el queratinocito va aumentando su contenido en queratina hasta que la célula se aplana, muere y finalmente se desprende, este ciclo o tiempo de tránsito epidérmico dura unos 30 días.
La dermis está constituida por tejido conectivo formado por la sustancia fundamental, fibras de colágeno y elastina en las que se encuentran los fibroblastos, vasos sanguíneos, linfáticos y nervios. La sustancia fundamental está compuesta por glucosaminoglicanos, ácido hialurónico, condroitinsulfato y dermatansulfato, que embeben gran cantidad de agua formando un gel.
Los elementos celulares de la dermis son los fibroblastos, mastocitos (células cabadas) y células fagocíticas (macrófagos, histiocitos). La dermis constituye el sostén de la epidermis. Puede dividirse en dos capas, papilar y reticular. La dermis papilar es la capa más superficial, limita superiormente con la epidérmis y rodea a los anejos cutáneos. La dermis reticular es la capa más profunda, está formada por haces de fibras de colágeno más gruesos que los de la dermis papilar y limita inferiormente con el tejido celular subcutáneo denominado también hipodermis o panículo adiposo.
El panículo adiposo está constituido por adipocitos llenos de lípidos. Tiene la función de aislamiento térmico y reserva nutricional.
La vascularización cutánea proviene de vasos procedentes del tejido celular subcutáneo y forma dos plexos vasculares unidos por vasos intercomunicantes; el plexo vascular profundo situado entre dermis y grasa subcutánea, y el plexo vascular superficial localizado en la zona más superficial de la dermis reticular. Del plexo superficial surgen asas vasculares hacia la dermis paplilar, la epidermis carece de vasos.
El flujo sanguíneo de la piel es esencial para la termorregulación; el panículo adiposo tiene función aislante del frío, mientras que al aumentar la temperatura ambiente se produce una vasodilatación que permite la disipación de calor por radiación al exterior así como por evaporación del sudor producido por las glándulas sudoríparas.
La inervación cutánea está formada por terminaciones nerviosas eferentes del sistema nervioso simpático hacia los vasos y los anejos cutáneos, y un sistema aferente desde los receptores sensitivos hacia el sistema nervioso central. Los receptores cutáneos son de tres tipos: terminaciones nerviosas libres responsables de la percepción de la temperatura, prurito y dolor; las terminaciones nerviosas encapsuladas (corpúsculos de Meissner y Paccini) responsables de la percepción táctil fina, presión profunda y vibración; y las terminaciones nerviosas relacionadas con el pelo que asociadas a las células de Merkel funcionan como mecanorreceptores de adaptación lenta.
Las glándulas sebáceas se encuentran asociadas al
folículo piloso y se distribuyen por toda la superficie
corporal excepto en palmas y plantas, pero son más
abundantes en cara, cuero cabelludo, zona media de la espalda
y periné. Permanecen inactivas durante la vida
prepuberal, se desarrollan y activan por estímulos hormonales
androgénicos durante y después de la pubertad.
El sebo es una mezcla de triglicéridos, ceras y escualeno.
Las gándulas sudoríparas ecrinas se localizan de
forma difusa por toda la piel, distribuyéndose predominantemente
en las plantas, palmas, axilas y
frente. No se encuentran en mucosas. La función
de la glándula sudorípara ecrina se encuentra bajo
control de terminaciones nerviosas postganglionares
del sistema nervioso simpático, en este caso su neurotransmisor
es la acetilcolina. Se activan por estímulos
térmicos, mentales y gustativos. Son esenciales
para la termorregulación.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
- Guavita, Andrea. Fototipos cutáneos. Disponible en: file:///C:/Users/Gallo/Downloads/354-369-1-PB%20(1).pdf
- Rivas, Maria (2008). Estudio e identificación de los distintos tipos de piel. Temas para la educación. Disponible en: https://www.feandalucia.ccoo.es/docu/p5sd4870.pdf
- Serna. Dermatología. Farmacia hospitalaria. Disponible en: https://www.sefh.es/bibliotecavirtual/fhtomo2/cap04.pdf
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